Fertilidad

En la actualidad se observa como los problemas de fertilidad van en aumento a consecuencia del estilo de vida que llevamos, así como también debido a factores ambientales.

A día de hoy existe aún un gran tabú en nuestra sociedad entorno a la reproducción humana. Somos la especie del reino animal con más dificultades para reproducirnos y sin embargo nos suele resultar complicado de entender la infertilidad como un problema que se es posible padecer.

¿Cuáles son los motivos que nos pueden dificultar el logro de embarazo?

Son muchas las causas, entre ellas el desconocimiento sobre la fertilidad en nuestra sociedad, sumado al retraso en atenderla, el incremento de la población, y también a riesgos tales como la obesidad, enfermedades de trasmisión sexual, intervenciones quirúrgicas, etc.

Conocer la importancia de la edad como factor indicador del tiempo disponible para conseguir el embarazo, además de disponer de información veraz sobre la concepción al inicio de la edad reproductiva, puede ser de gran ayuda en el futuro para reducir hábitos en el estilo de vida perjudiciales para la fertilidad, minimizando así el efecto de la maternidad tardía, decisión cada vez más común en las mujeres.

La orientación e intervención psicoterapéutica puede resultar crucial para manejar adecuadamente las experiencias y situaciones que experimentan las parejas que viven este problema. Esto es debido a que el diagnóstico y el tratamiento de reproducción puede suponer un proceso en general largo y estresante, lo que llega a provocar alteraciones emocionales en un porcentaje elevado de personas. Dado que la infertilidad no es una psicopatología, no parece razonable plantear un “tratamiento psicológico” sino más bien un acompañamiento psicológico a lo largo del proceso, poniendo todo nuestro conocimiento profesional a través de las diferentes modelos de la psicología (EMDR, hipnosis, coaching, mindfulness, psicoterapia) para aprender recursos de la Psicología Reproductiva que te empoderen durante tu búsqueda de embarazo, repercutiendo como no podía ser de otra manera, también durante el embarazo.

En cuanto al tratamiento de reproducción asistida, para mantener la calidad de vida de la pareja, la fase de tratamiento en la que te encuentres resulta fundamental de cara a adquirir estrategias individualizadas que reduzcan el estrés, mejorar los recursos de afrontamiento que tienes, y habilidades para comunicaros de forma coherente en la pareja. Todo esto redundará en el éxito del tratamiento.

Por otro lado, es importante trabajar en red entre los profesionales que atienden la infertilidad, pues parece existir interrelación entre infertilidad, estrés, depresión y ansiedad durante estos, y por tanto el trabajo transdisciplinar podría mejorar los resultados.

Consejos para mejorar la fertilidad

A continuación, te propongo algunas pautas que puedes empezar a poner en práctica si estás buscando embarazo y quieres mejorar tu fertilidad:

1. Alimentación

Alimentación cómoda y variada. Un dicho muy extendido en nuestra sociedad asegura que somos lo que comemos. De esta forma es más probable que si seguimos una alimentación saludable y equilibrada, nos sintamos más enérgicos, con menos molestias e incluso más fuertes.

La dieta puede ser cómoda pero que sea equilibrada y contenga frutas, verduras, vegetales y cereales en mayor cantidad que proteínas, con mayor proporción de alimentos. Cada vez es mayor el número de estudios que avalan que si se cuida el intestino, se cuida la fertilidad, el sistema inmune, la endometriosis, el síndrome de ovario poli quístico, la tiroides, el ADN espermático…

Cuidar la alimentación y que sea variada, es fundamental para sanar la pared intestinal y que exista diversidad bacteriana. Es una buena idea incluir en nuestra dieta prebióticos, pro bióticos, vitamina A, vitamina D, zinc…

2. Actividades relajantes

Llevar a cabo actividades relajantes como cantar. Repetir una melodía como un mantra puede tener efecto similar al yoga.

3. Ejercicio Físico

Hacer ejercicio físico diariamente (también utilizar transporte público, subir escaleras…) y preferentemente al aire libre. Caminar diariamente 1 hora a buen ritmo, pisando fuerte (mueves mente, músculos y todo organismo), es un antidepresivo natural porque libera endorfinas (“hormonas de la felicidad”).

4. Mente

Practicar diariamente 20 minutos de relajación, mindfulness... Somos un todo, para que nuestra mente funcione adecuadamente depende de nuestro cuerpo y viceversa, por lo que, si queremos mantener el equilibrio, vamos a focalizar nuestra energía en auto cuidarnos desde la calma y la tranquilidad para que nuestro sistema reproductor, sueño, deseo sexual, alimentación, etc.… se vean beneficiados.

“Tener un bebé rara vez es una decisión racional o lógica y no se puede tomar sólo con el intelecto, pero sí puede tomarse conscientemente y con el corazón. Deseo para todas las mujeres es que adquiramos la valentía necesaria para elegir la concepción consciente juiciosamente.”

Dra. C. Northurp